En un mundo en el que la mayoría se conforma con la vida que ya tienen, hay algunas personas que deciden exprimirla al máximo. Reinventarse es una de las cosas más bonitas que puede experimentar una persona que está anclada, y eso, la modelo Pino Montesdeoca (Gran Canaria, 62) lo sabe muy bien.
Podríamos decir que la canaria es una auténtica aventurera. Vivió en tres países, llevando una vida más bien nómada. En su etapa académica Pino se mudo a Suecia, donde decidió quedarse y formar una familia. Fue profesora allí hasta que sus hijas volaron solas. Más tarde vivió en los Balcanes, concretamente en Sarajevo, debido al traslado laboral de su marido, y más tarde trabajó en el sector financiero en Las Bahamas. Tres países que nada tienen que ver entre ellos, y que, eso mismo ha influido en su visión del mundo. «Supongo que aprendes a convivir con gente que vive la vida de forma diferente, la verdad al final son más las cosas que nos unen que las que nos alejan».
Una vida perfecta hasta que hace nueve años, en este último país, la modelo se encontró en una situación que la llevó al borde de la muerte. Postrada en una camilla de hospital, a sus 53 años, Pino Montesdeoca vio su vida truncada por la picadura de un mosquito que le provocó un dengue hemorrágico que casi le cuesta la vida. Una experiencia que le llevó a replantearse su existencia y a aprovechar cada oportunidad que se le presentara.
De vuelta en España y habiendo superado las predicciones de los médicos, quienes pensaban que las probabilidades de sobrevivir eran casi nulas, la canaria dio un giro inesperado a su vida.
Próxima parada: el estrellato
«Ocurrió de manera orgánica» nos cuenta, cuando, gracias al apoyo de su hija, y sobre todo de su yerno, ella acabó entrando en el mundo del modelaje. Casi de por casualidad, Coke Riera, la pareja de su hija y fotógrafo profesional, le realizó una sesión de fotos que saldría tan bien que decidió mandar a una agencia de modelos. «Mis queridos siempre me han apoyado» añade.
Desde entonces Montesdeoca ha trabajado con marcas reconocidas y ha desfilado en importantes pasarelas, incluyendo la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, donde en 2024 fue galardonada con el Premio L’Oréal a la mejor modelo.
En una industria en la que se suele comenzar desde muy joven, Pino decidió adentrarse a los 53 sin pensárselo dos veces, «nunca se me ocurrió meterme en esto, la vida me puso delante este tren y el momento era prefecto para subirme a él».
Referente por naturaleza
No solo la edad es restrictiva, la apariencia es el centro de este trabajo y la mayoría del tiempo se opta por explotar los cánones de belleza a toda costa. En su labor, Pino aboga por una belleza sin artificios, rechazando procedimientos estéticos invasivos y defendiendo la naturalidad del envejecimiento: «defiendo la belleza única e inimitable de cada ser humano. No me he he planteado ni me planteo tratamientos invasivos».
Su enfoque ha resonado en una industria que tradicionalmente ha privilegiado la juventud, convirtiéndola en un símbolo de autenticidad y empoderamiento para mujeres de todas las edades. La modelo nos cuenta también su remedio para afrontar un problema al que miles de mujeres se enfrentan: construir la autoestima cuando el canon social no te incluye: «la autoestima es algo tuyo, privado e íntimo. Todos pasamos por malos momentos pero salir ahí afuera con la decisión de ser la persona maravillosa que eres no tiene nada que ver con el exterior.»
Una historia que contar al mundo
Este mismo mes, ha publicado sus memorias tituladas: La edad es un número. La actitud lo es todo, donde comparte su visión sobre la vida, la moda y la importancia de aceptar el paso del tiempo con dignidad y entusiasmo .
Se trata de un libro que cuenta una historia real que puede inspirar a muchísimas personas, en concreto mujeres. Le preguntamos qué le diría ella a mujeres de cincuenta, sesenta, o setenta años que quieran reinventarse pero que pudieran sentir que ya es tarde. A ellas les diría que «no sé de la situación de cada persona pero pienso que solo es tarde cuando te mueres.»
En su autobiografía también nos enseña ver su faceta más personal. Sus logros y vivencias, aunque el más grande no es material. «Ser autosuficiente en todos los sentidos» ha sido su mayor conquista personal hasta ahora.
Tras la publicación de su libro, Pino Montesdeoca continúa siendo una figura inspiradora que demuestra que la edad no es una barrera para reinventarse y destacar en nuevos ámbitos. Hoy, más que nunca, lo que le ilusiona es «estar sola».
