¿Por qué seguimos asociando la palabra «experto» con los hombres? Desde siempre hemos asumido —casi sin cuestionarlo— que la autoridad, el conocimiento y la credibilidad en temas de investigación pertenecen por defecto a los hombres.
Pero, la realidad es que esta convicción es bastante errónea. A pesar de que la mayoría piense que esta afirmación es evidente, los estudios revelan que las mujeres expertas acaban teniendo más credibilidad que los hombres especializados.
El Instituto de Economía del Trabajo (IZA), iniciado por la fundación alemana del grupo Deutsche Post DHL, ha publicado un estudio en el que dos expertos, Hans Henrik Sievertsen y Sarah Smith prueban esta afirmación.
Mujeres: ¿más expertas que los hombres?
En el estudio, Sievertsen y Smith realizan una encuesta experimental a 3.000 ciudadanos de los Estados Unidos. En ella presentan las mismas opiniones de expertos hombres y mujeres, todos ellos profesores de importantes universidades estadounidenses.
En una primera instancia se le presentó a los encuestados distintas afirmaciones sobre actualidad y economía, como la inteligencia artificial o la regulación financiera.
A cada participante se le mostró las respuestas de economistas reales a esas mismas afirmaciones. Posteriormente, se le pidió a los encuestados su propia opinión sobre estos temas. Las respuestas de los expertos provenían de un panel académico de élite, el Panel de Expertos en Economistas del Foro del Centro Clark coordinado por la Universidad de Chicago, y conocido por recopilar las opiniones de economistas de alto nivel de universidades prestigiosas como Berkeley, Harvard, MIT, Princeton, Stanford y Yale. A los miembros del panel se les pide periódicamente su opinión sobre temas de política pública, contestando también su grado de acuerdo con las afirmaciones.
El estudio concluyó que las posturas de estos economistas influían en las opiniones del público. Pero lo más llamativo fue que las opiniones emitidas por mujeres economistas tenían un impacto mayor a las de los hombres. Cuando una declaración era atribuida a una experta en lugar de a un experto, su efecto persuasivo aumentaba en un 20 %.
La razón oculta
Tras estos resultados, ambos investigadores, Sievertsen y Smith, quisieron averiguar a qué se debía la diferencia, por lo que repitieron el estudio.
En este segundo experimento de seguimiento, se redujeron los participantes a 2.000 personas, aunque el número de participantes no fue lo único que cambió. Esta vez, el público solo conocía el nombre del experto, retirando en esta ocasión su profesión y la universidad en la que ejercen. El resto de los datos fue similar en ambos estudios.
En cuanto a los hallazgos, el principal se mantuvo en ambos experimentos: la opinión pública se ve afectada cuando se sabe la opinión de un experto.
Sin embargo, en cuanto a la brecha de género, cuando al público solo se le decía que se trataba de «economistas», sinespecificar su género, no se observaban diferencias en cuánto influían sus opiniones. Tanto hombres como mujeres resultaban igual de persuasivos.
Según Sievertsen y Smith, esto sugiere que las sociedad hace ciertas suposiciones al conocer el género del experto. Específicamente, la gente tiende a pensar que una mujer que ha alcanzado el éxito en un entorno dominado por hombres probablemente sea incluso mejor que sus colegas hombres. Así lo resumieron los autores en su estudio.
Por lo tanto, ¿están las mujeres expertas más preparadas que los hombres expertos?
El estudio muestra cómo, cuando una mujer sobresale en un entorno dominado por hombres, la gente tiende a pensar que esta ha tenido que trabajar más duro para llegar a esta posición. De esta manera se percibe una mayor autoridad de las mujeres expertas.