El Museo Thyssen-Bornemisza fue el lugar escogido para celebrar “IA Revolution III: Hacia una convergencia humanoIA”. Una jornada organizada por Forbes, junto con Capgemini, para explorar el fascinante mundo de la inteligencia artificial (IA) y el impacto que está teniendo en la sociedad, y en el futuro de las empresas.
La presentadora del evento fue la periodista Leticia Iglesias, quien resaltó cómo la IA está transformando los modelos de negocio, redefiniendo el liderazgo y abriendo una nueva era “para aquellos que se atreven a liderarla, como Capgemini, que en 2025 cumple 50 años en España”: “Durante estas cinco décadas ha sido un socio clave en la transformación digital de numerosas empresas, en las que ha quedado patente su compromiso con la innovación”.
De este modo, daba paso a la primera charla de la jornada, a cargo de Daniel Entrialgo, subdirector de Forbes, y Luis Abad, CEO de Capgemini. Estos tuvieron la misión de ofrecer una visión general del panorama actual de la IA y su importancia estratégica. Luis Abad subrayaba que el término IA se acuñó en 1965 y, desde entonces, ha protagonizado una evolución imparable hasta convertirse en lo que hoy conocemos como inteligencia artificial generativa: “El siguiente paso de esta evolución es el lanzamiento de agentes, lo que permitirá que la IA generativa pueda tomar decisiones independientes, sin necesidad de la interacción humana.
El subdirector de Forbes destacaba los 50 años de trayectoria de Capgemini, cuyo CEO condensaba en una palabra “valor”. Entrialgo preguntaba a Luis Abad qué cualidades de liderazgo le ha brindado formar parte de una banda de rock, el cual respondía: “Me ha enseñado lo importante que es el trabajo en equipo. En una banda, igual que en una empresa como Capgemini, todos somos importantes, imprescindibles, para lograr hacer una buena actuación y que el público-cliente disfrute y tenga el mejor resultado”.
Pasado, presente y futuro
Leticia Iglesias volvía al escenario para presentar a Fran Monzonis, Chief AI Officer de Iinsights & Data de Capgemini en España, quien realizó una ponencia bajo el título: “IA en clave estratégica. Pasado, presente y el futuro que redefinirá el liderazgo empresarial”. Este arrancaba su intervención haciendo hincapié en el hecho de que el tiempo de experimentar ha terminado, ya que la IA ya es real “y forma parte de nuestras vidas”: “El punto disruptivo fue la democratización del uso de la IA”. Y destacó que actualmente las empresas están inmersas en una nueva revolución: la integración de los agentes, que permitirán tomar decisiones de manera orquestada para mejorar el negocio de estas.
A la pregunta cuál será el siguiente paso, la siguiente tendencia en IA, Monzonis no tenía duda de que será la aparición de la empresa cognitiva, inteligente; y destacaba que no todas las compañías están en el mismo nivel de madurez: “Muchas organizaciones aún están en una primera etapa, de despegue, debido a que esta transformación debe articularse a través de diferentes ejes, como la cultura y las personas. Lo que está claro es que este cambio redefinirá el papel del humano respecto a la IA”.
La segunda etapa, exponía el representante de Capgemini, es la de exploración: “Vamos a buscar nuevas metas, resultados”. Mientras que señalaba que la tercera es la de expansión: “Ya tenemos la solución y estamos creando ese valor, esos resultados”. Y añadía: “La cuarta está marcada por la búsqueda de nuevas tendencias, el futuro de la IA, en la cual los humanos trabajaremos, codo con codo, con robots colaborativos”. En este punto, Fran Monzonis apuntaba que este desarrollo dará paso a la creación de una compañía cognitiva, donde el conocimiento sea de esta y no solo de los empleados.
Evolución y adaptación
Esta reflexión era cogida por la presentadora de la jornada, quien recogía el guante lanzado por Mozonis para dar paso a la primera mesa de redonda: “La rápida revolución de las tecnologías y su adaptación a los ecosistemas actuales”. En ella participaron Sergio Merchán, CIO de Iberdrola; Pedro Álvarez de la Gala, Digital Innovation Lead de Roche Farma España; y Pablo de la Puente, CIO de Gestamp.
La moderadora de esta charla fue la periodista Beatriz Solano, quien puso sobre la mesa la primera pregunta: ¿por qué la IA no es una tecnología más y qué impacto tiene en la transformación de negocio? Sergio Merchán sostenía que lo que la hace una tecnología única es su capacidad de interacción con las personas, pero también la de aprender y generar nuevos contenidos. Estas habilidades, según resaltaba Pedro Álvarez de la Gala, directivo de Roche Farma, impactan directamente “en toda la cadena de valor de la compañía, eficientando todos los procesos”.
“La IA es una revolución similar al surgimiento de internet. Ha cambiado las reglas del juego”, afirmaba De la Puente. Este destacaba por encima del resto de las características de la inteligencia artificial generativa, su capacidad de aprendizaje, “que, realmente, está aportando soluciones que permiten mejorar la producción”.
La moderadora aprovechó para preguntar a los ponentes sobre cómo esta mejora está fomentando una mayor seguridad en los productos. “El uso de IA nos ofrece la oportunidad de analizar numerosos datos de los procesos productivos, que nos permiten predecir posibles incidencias, lo que aporta mucho valor en la fabricación”, expresaba el directivo de Gestamp. En el caso de Roche Farma, Álvarez de la Gala indicaba que su uso propiciaba acelerar el proceso de desarrollo de fármacos y reducir posibles fallos”. “La IA nos ayuda a mejorar la productividad, lo que se traduce en un ahorro de coste”, subrayaba Sergio Merchán.
En cuanto a los retos que supone la implantación de la inteligencia artificial, Pablo de la Puente destacaba la importancia de que las personas abracen el cambio y aprendan a aprovechar al máximo esta tecnología: Los procesos van a ser diferentes, por lo que es necesario apostar por la comunicación y la formación continua de los equipos, y también por el cambio cultural y el re-skilling de los profesionales”. Algo con lo que se mostraba de acuerdo Álvarez de la Gala, y sumaba la importancia de educar en uso responsable y ético. “Es fundamental tener una buena base de datos bien gobernada, y, sobre todo, controlar la infinidad de recursos que consume esta tecnología”, recalcaba Merchán. No en vano, los tres ponentes de la mesa hacían énfasis en la necesidad de establecer la regulación apropiada para que los diferentes casos de uso de la inteligencia artificial generativa se desplieguen con los guardarraíles correspondientes.
En cuanto, a las tendencias de futuro, el CIO de Iberdrola y Álvarez de la Gala volvían a señalar el desarrollo de agentes, que permitan generar soluciones innovadoras, que ofrezcan ventajas competitivas. “En la industria debemos encontrar un equilibrio entre ser cada vez más competitivos, y la velocidad de adopción y penetración de las nuevas tecnologías”, reflexionaba Pablo de la Puente de Gestamp.
De copilotos a agentes
Iglesias volvía al escenario para presentar la siguiente mesa: “De copilotos a agentes de la IA”. En esta, moderada por José Luis Palermo –Head of Data & AI Strategy en Capgemini Invent–, participaron: Alberto Díaz Freire, Product Manager IA & Data en MasOrange; Marta Sanz, Global Head of Data Engineering en BBVA; Néstor Álvaro, director de IA y Data Science de SANTALUCÍA; y Mª Ángeles Arroyo, responsable del Centro de Competencia de IA GEN de Repsol.
Palermo preguntaba a los ponentes en qué áreas o procesos específicos la IA ha evolucionado de ser un simple asistente para actuar de manera autónoma, y qué cambios organizacionales han acompañado esta transformación. La primera en contestar fue Arroyo, quien señaló “nosotros vimos como los usuarios, de manera muy intuitiva, empezaban a identificar en los casos este salto disruptivo entre todo lo que tiene que ver con asistentes de IA Generativa, y la capacidad de ejecutar que tienen los agentes. Y esto está ocurriendo en todas las áreas de la Compañía” El directivo de SANTALUCÍA explicaba que la implantación de la IA ha sido más lenta en esta compañía, pero que ha tenido un gran éxito en diferentes campos, como, por ejemplo, el de legal o el call center: “Estamos apostando por la alfabetización de los equipos, para dar un salto de valor en la implantación de los agentes”. “En BBVA, la apuesta por la tecnología, los datos y la IA generativa es incuestionable, aunque mantenemos un mensaje de prudencia”, declaraba Sanz. Una tendencia con la que se mostraba en línea el directivo de MasOrange.
“¿Qué impacto está teniendo esta transformación en los equipos?”, preguntaba Palermo. Néstor Álvaro subrayaba la importancia de involucrar a todos los equipos de gestión de campo, y en acompañarlos durante todo el proceso: “No se puede quedar nadie atrás”. También destacaba el hecho de que es inevitable que surjan nuevos roles, como el de prompt engineer. La representante de BBVA estaba de acuerdo con ese enfoque multidisciplinar, “crucial para abordar los desafíos que supone la IA generativa: “Los ciclos tecnológicos se han reducido muchísimo, por lo que debemos ser más flexibles y adaptarnos rápidamente a las nuevas demandas del mercado”.
“La IA está transformando a las organizaciones, y la forma de trabajar de los equipos. Las personas deberemos acostumbrarnos a hablar con máquinas, a interactuar con ellas”, resaltaba Alberto Díaz. “La gestión del cambio y capacitación son claves para acelerar la adopción de estas tecnologías. Desde nuestro Centro de Competencia de IA Generativa, lo primero que hicimos fue definir la formación que va a ser necesaria para formar a todos los perfiles lanzado distintos programas de capacitación para acelerar la adopción y la captura de valor”, añadía la responsable de Repsol.
Palermo introducía un nuevo tema de debate al apuntar qué medidas se están tomando para garantizar que las decisiones automatizadas por IA sean transparentes, éticas y auditables. Tanto Marta Sanz como Néstor Álvaro y Alberto Díaz apuntaban que sus sectores están muy regulados, por lo que para ellos era prioritario contar con un gobierno de datos robusto, sólido y transparente. No obstante, el directivo de MasOrange recalcaba la idea de que es crucial que una sobrerregulación no frene la innovación.
“Uno de los principios de nuestro modelo de Gobierno de IA Responsable es el de ‘Orientación a las personas’. La IA trabaja al servicio de las personas y, bajo su supervisión, necesitamos el juicio experto de estas. Esto hace que todo lo que vayamos desarrollando lo hagamos de forma segura, estableciendo controles”, señalaba Mª Ángeles Arroyo. “Apostar por la alfabetización de los equipos nos va a ayudar a ganar confianza y a que haya un mayor conocimiento de los casos de uso que establecemos de IA dentro de las compañías”, recalcaba la directiva de BBVA.
EficiencIA operativa
Tras esta mesa, tomaba la palabra Gabriel Enríquez, Vicepresident. Head of Cloud & Software Engineering de Capgemini en España. Bajo el título “EficiencIA operativa: del impacto de los agentes a la operación autónoma”, ofreció una charla que tenía como objetivo descubrir las palancas clave que una organización “IA Driven” debe tener en cuenta para maximizar su eficiencia operativa y la importancia de las distintas tecnologías y herramientas para conseguirlo, así como de los métodos y cultura.
“Para lograr un caso de éxito, debemos decir a la IA con claridad lo que esperamos de ella para que incorpore toda la información y nos ofrezca recomendaciones”, exponía Enríquez. Y recalcaba que detrás de cualquier proceso, como por ejemplo en uno de compra, siempre tiene que haber una persona supervisando cualquier decisión. Esto le llevaba a poner el foco en los procesos corporativos, “que es donde está el core de los negocios”, en los que había una parte de datos. En este esquema, ponía abajo a las personas y arriba la parte de interfaz, entendida como la forma de interactuar con la tecnología y con los equipos.
El primer camino para aplicar la IA, según afirmaba el representante de Capgemini, era el desarrollo de agentes, que “abre un nuevo mundo de oportunidades”. No obstante, Enríquez señalaba que las organizaciones no pueden relacionar la incorporación de estos con un ahorro de costes, por lo que es crucial “perfilar bien quién, cómo y cuándo utiliza la IA”.
La segunda forma que indicaba Gabriel Enríquez era la revolución del software, “es el área en la que la IA va a ser capaz de tener un mayor impacto en las compañías”; y la tercera, la IA gética: “Esta última va a resultar una revolución integral”. Para lograrlo “debemos enriquecer el dato. Hay una parte que no podemos quitar que es el metadatable, es decir, que el dato tenga una riqueza extra para que la IA sepa cómo interpretarlos, y para ello tenemos que guiarla”.
Respecto al área referente a las personas, el representante de Capgemini sostenía que cada uno de los perfiles dentro de la organización deben poseer diferentes skills y seguir una metodología específica, que se adapte a cada caso de uso de la IA para que esta sea eficiente. “Cada función tiene una manera de usar la IA”. Y el último punto al que hacía referencia el experto es que, en un futuro, la interfaz de las compañías será la IA: “Esto nos permitirá dejar de teclear, ya que todos los comandos serán a través de la voz, lo que nos permitirá ser más eficientes”.
Leticia Iglesias daba las gracias a Gabriel Enríquez por compartir las claves para lograr una eficiencia operativa óptima en un entorno IA Driven, y presentaba la última mesa redonda de la jornada: “IA and Supply Chains”.
Gestión y cadenas de suministro
En esta ocasión, el objetivo de este panel, moderado por la periodista Esther Molina, era el de explorar el impacto de la automatización, la optimización predictiva y la toma de decisiones en tiempo real para mejorar la eficiencia y adaptabilidad en un entorno global cada vez más dinámico y exigente. Los participantes en esta fueron: Pedro del Castillo, CIO y CDO de Enagás; Álvaro Urech, director de Innovación de Alstom España y Portugal; y José Miguel Aoiz, subdirector de Desarrollo IT de Correos.
Molina ponía sobre la mesa la primera cuestión a tratar por el panel de expertos: ¿cómo está transformando la IA la gestión de las cadenas de suministro, especialmente en términos de optimización predictiva y toma de decisiones en tiempo real? “Nosotros somos fabricantes de trenes, y nuestra cadena de suministro es complicada porque trabajamos por proyectos, lo que hace que nosotros no seamos los dueños de los datos”, explicaba Álvaro Urech. El directivo de Enagás sostenía que su visión de la cadena de suministros es muy estratégica: “Para nosotros es clave el predecir cómo se va a comportar, poniendo el acento en el mantenimiento”.
En cuanto a la importancia de la predicción en la cadena de suministro, José Miguel Aoiz apuntaba que el proceso cambiaba mucho, dependiendo de cómo se había realizado esta: “Hay que tener en cuenta los valores que hemos empleado para llevarla a cabo, como la calidad de la entrega, los factores internos…, pero también comportamientos de mercado”. No en vano, señalaba que, en función de esa predicción, se realiza una mayor o menor contratación de personal temporal para cumplir con las demandas, y “si nos equivocamos el resultado puede ser catastrófico”.
Este entorno dinámico, cada vez más cambiante, llevaba a la moderadora de la charla a preguntar: “¿cómo los avances en IA están influyendo en la toma de decisiones estratégicas dentro de las cadenas de suministro? Y ¿qué impacto está teniendo la automatización en la eficiencia operativa?”. El directivo de Correos exponía que dentro de esta empresa existen más de 50 procesos que están automatizados, y que la implantación de la IA ha permitido aportar valor a los empleados en sus tareas, “ya que esta es capaz de interpretar la información y tomar decisiones”. Pedro del Castillo afirmaba que para Enagás la automatización de los procesos también es clave, porque es la única manera de liberar talento y que este pueda focalizarse en aportación de valor. Declaraciones con las que se mostraba de acuerdo Álvaro Urech.
En cuanto a los retos a los que se enfrentan las empresas al integrar IA en sus cadenas de suministro y cómo pueden superarlos de manera efectiva, asegurando una mejora en la experiencia del cliente, el representante de Alstom señalaba que su foco estaba en la movilidad sostenible, reduciendo la huella de carbono a través de una gestión adecuada y utilizando la IA. Una dirección con la que estaban en línea, el resto de los integrantes de la mesa, y que servía a la moderadora para introducir un nuevo tema: ¿qué tecnologías emergentes relacionadas con la IA están revolucionando las cadenas de suministro, y cómo se prevé que impacten en el corto, medio y largo plazo?
Pedro del Castillo destacaba todas aquellas que estén relacionadas con predecir y optimizar los procesos, y con la mejora de toma de decisiones. “Cada vez, las compañías debemos de cambiar de forma más rápida, adaptarnos a las nuevas demandas para ofrecer un mejor servicio de gestión y de procesamiento de la información. Y en esto la IA nos ayuda a tomar decisiones más acertadas y de forma más rápida”, sostenía el representante de Alstom.
En cuanto a los que se deben enfrentar las empresas al integrar IA en sus cadenas de suministro y cómo pueden superarlos de forma efectiva, asegurando al mismo tiempo una mejora en la experiencia del cliente, Del Castillo declaraba que, bajo su punto de vista, el mayor desafío es el que representa la regulación: “Estamos en un proceso de cambio continuo, y debemos implantar la IA de forma responsable, acompañando a las personas en todo momento”. José Miguel Aoiz ponía el acento en la calidad del dato y en la gestión del cambio, centrándose en las personas. Y el representante de Alstom en la trazabilidad de la información: “Saber dónde están mis suministros, saber quién los tiene… Podemos montar todo lo que queramos, pero, al final, si no sabemos dónde estamos, fallamos”.
Como apunte, Esther Molina cerraba su intervención haciendo referencia al próximo especial de Forbes Startups, que versará sobre ejes tan importantes como la robustez de los datos, la inteligencia artificial y la innovación.
Para dar cierre a esta jornada, Leticia Iglesias pedía la colaboración de Ignacio Azorín, director general de Estrategia Digital de la Consejería de Digitalización de la Comunidad de Madrid. Este destacaba que “en este viaje hacia la convergencia entre lo humano y lo digital hay un principio que debemos preservar que es la presencia humana”: “La tecnología es un amplificador de nuestras capacidades”. Y añadía: “El verdadero poder de la IA no radica en su autonomía, sino en su capacidad para expandir lo que las personas pueden lograr, ayudándonos a tomar decisiones más informadas, a resolver problemas y a imaginar futuros más justos y sostenibles”.
Por ello, el reto, tal y como sostenía Azorín, no es instaurar sistemas inteligentes, sino que estos estén alineados con nuestros valores y pongan al ser humano en el centro de esa transformación. “Para que esa amplificación pueda hacerse realidad necesitamos más algoritmos, pero también ética, pensamiento crítico…, en definitiva, humanidades”, destacaba el representante de la Comunidad de Madrid. Y añadía: “Estas son las que nos van a enseñar a formular buenas preguntas, a entender la complejidad del mundo y a mirar con empatía y con responsabilidad. Sin ellas corremos el riesgo de construir tecnologías inteligentes, pero sin finalidad y bastante pobres”.
Asimismo, indicaba algunos de los puntos más destacados de cara a futuro sobre la inteligencia artificial: la IA ya supera en la actualidad al humano en varias tareas; los grandes modelos (IDML) se han vuelto carísimos de entrenar, lo que acentúa la brecha entre grandes actores y el resto; EE.UU. lidera la creación de modelos avanzados; la IA genera más productividad y acorta la brecha entre empleados con menos y más formación; usar la IA es cada vez más barato; la ciencia se acelera gracias a la IA; la inversión baja, pero la IA generativa sube; entre muchos otros aspectos.
Como apunte, Azorín señalaba que los gobiernos deberían apoyar el desarrollo positivo de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes, colaborando con otras entidades, para maximizar los beneficios para toda la sociedad. “Nos limitamos al principio de precaución, y eso es erróneo. La innovación es seguridad”.
La presentadora de la jornada daba las gracias a todos los ponentes, y a Capgemini por su colaboración en este foro, y les emplazaba a una nueva edición para seguir hablando de inteligencia artificial, pero, sobre todo, de futuro.