Tom Cruise saltó 16 veces desde un helicóptero, utilizando un paracaídas que había sido rociado con combustible y luego encendido en pleno vuelo. Lo más impresionante es que, en cada salto, cortaba los restos chamuscados del primer paracaídas y desplegaba un segundo para aterrizar con seguridad. Esta hazaña le ha valido el título oficial por “la mayor cantidad de saltos en paracaídas en llamas realizados por una persona”.
Con 62 años y tres Globos de Oro, continúa desafiando los límites físicos y creativos del cine. Su pasión por la adrenalina y su empeño en ofrecer experiencias cinematográficas reales lo han convertido en un ícono del cine de acción. A lo largo de su carrera, ha evitado usar dobles en sus escenas más arriesgadas, optando por asumir personalmente los retos más extremos.
El salto récord, anunciado oficialmente el pasado 4 de junio, se llevó a cabo en condiciones que simulan operaciones militares reales. El equipo de producción llevó al actor a más de 25.000 pies de altura (unos 7,6 kilómetros), desde donde se lanzó en picado a velocidades cercanas a 200 millas por hora, descendiendo hasta menos de 2.000 pies antes de abrir el paracaídas. La secuencia buscaba recrear una infiltración secreta al estilo de los espías, logrando una autenticidad sin precedentes en pantalla.
Este logro se suma a una lista de acrobacias realizadas por Cruise en la saga. Entre ellas, se incluye haber escalado el Burj Khalifa en Dubái, el rascacielos más alto del mundo, para Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011), y haber simulado una caída libre desde un edificio en Shanghái, para Misión Imposible 3 (2006), donde quedó a tan solo 50 centímetros del suelo.
Este no es el primer reconocimiento Guinness para el actor. También posee el récord por ser el actor con más películas consecutivas que han superado los 100 millones de dólares en taquilla, con 11 títulos lanzados entre Jack Reacher (2012) y Misión: Imposible – Sentencia Final (2025).
